El gobierno nipón trabaja en la elaboración de un plan destinado a aceptar la llegada de extranjeros con alta preparación profesional y fortalecerá los requisitos en la expedición de los visados a los descendientes de japoneses.
Según la prensa local, un equipo multidisicplinario del Ministerio de Justicia ya culminó la elaboración del proyecto de la nueva Ley de Inmigraciones que además de buscar hacer frente a la caída de la población nipona permitiendo la llegada de extranjeros priorizará a quienes cuenten con un determinado nivel profesional para “garantizar el futuro económico del archipiélago japonés“.
El proyecto que fue entregado la ministra de Justicia, Chiba Keiko, recomienda facilitar la expedición de visados a aquellos extranjeros que ostenten un título profesional en las carreras de medicina, abogacía, así como también otras especialidades relacionadas a la investigación científica.
También deberán acreditar experiencia laboral, dominio de idiomas, capacitación profesional, solvencia económica y otros criterios que serán precisados antes de presentarse el proyecto de ley.
El equipo multidisciplinario liderado por Kimura Tsutomu ha tomado como ejemplo la Ley de Inmigraciones que se viene aplicando en el Reino Unido, Australia y Canadá donde facilita la expedición de visas a los extranjeros calificados.
Aquellos extranjeros que reunan los requisitos recibirán un trato preferencial como el tiempo de permanencia para quienes lo soliciten por primera vez así como también facilidades para obtener el visado permanente para quienes ya vienen residiendo por más de 5 años continuos en el Japón.
VISA NIKKEI
En lo concerniente a los visados teijyusha, que se otorgan a los descendientes de japoneses, el proyecto recomienda fortalecer los requisitos para su expedición amparados en la experiencia de los últimos años donde muchos nikkei no lograron adaptarse a la sociedad japonesa pese a contar con una visa que les permite vivir y trabajar sin restricciones en el territorio nipón.
Según la prensa local, el proyecto busca corregir “el error” gubernamental de revisar en 1990 la Ley de Inmigraciones permitiendo la llegada sin restricciones de varios miles de nikkei, principalmente del Brasil y Perú, sin contar con cualificación profesional alguna.
El haber permitido el ingreso de extranjeros sin preparación profesional y en el idioma ha generado en el gobierno un problema social adicional como consecuencia del desempleo porque la mayoría de nikkei laboraban en fábricas del sector manufacturero que se han visto afectadas por la crísis económica mundial.
Por ello, el proyecto recomienda solicitar a los nikkei acreditar que pueden vivir en el Japón exigiéndoles además de la preparación profesional tener un dominio del idioma japonés aunque no se ha precisado cuál debe ser el nivel mínimo.
Hace unos días, la administración del primer ministro Hatoyama Yukio precisó que el programa de subvención gubernamental Kikokushienkin dirigido a los nikkei que les otorga 300 mil yenes para que puedan retornar a sus países, culminará el próximo 5 de marzo.
El Ministerio de Justicia prevé remitir tanto el proyecto que modificará la actual Ley de Inmigraciones y Reconocimiento de Refugiados, así como también las ordenanzas y reglamentos que la complementarán al Parlamento nipón a principios del 2011.
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